martes, mayo 18, 2010

la memoria de los Cuentos....























En esta era digital en la que todo parece ser consumido de manera masiva y rápida, en la era de internet, de la televisión, parece que los cuentos quedan en el olvido y con ello, otra forma de ver e imaginar de los niños y también de los mayores.

Que mayor magia que, no solo contar, sino vivir la magia de los cuentos y compartirla, observar como las historias más increibles pueden hacerse realidad en nuestra mente, ya sea leyendo o escuchando...

Busca, sueña, corre y vuela en el reino de los sueños y la fantasía.

- La senda de Luz -





¿Qué hacemos en las grandes ciudades, sin tiempo y sin cuentos?

¿Donde están los cuentos contados por los padres a sus hijos?

¿Qué hacemos con abuelos, desplazados, marginados, inutilizados? Federico Martín, enseñante, propone una experiencia valiosísima: la creación en su escuela Trabenco (Madrid), de los Martes de cantar y contar.

«Vienen, siguen viniendo abuelos y abuelas a contar y cantar su memoria. Abuelas (son las más) y abuelos. Abuelas, abuelos que se sorprenden, que no entienden cómo la escuela (muchos de ellos no la tuvieron) puede preguntarles o animarles a que entren en ella, queremos hacerles perder el miedo a la escuela y que los ancianos puedan acercarse a los preescolares y al ciclo inicial para animar «la hora del cuento».

Los ancianos siempre tuvieron un papel importante en la educación de los niños, durante la primer memoria, los primeros años.

- Fuente: Cervantes Virtual -




Publicación: La memoria de los cuentos.
Los últimos narradores orales

Edita: Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales
Editor: Antonio Rodríguez Almodóvar
ISBN: 978-84-92827-56-5

1 comentario:

Galastah dijo...

No se han acabado los narradores orales, no pueden acabarse. Yo misma soy joven, pero sigo el legado de mi abuelo. No podemos permitir que se pierdan los relatos orales de siglos de tradición, presentes en todo el mundo de mil maneras distintas, con cientos de disfraces varios, pero con los mismos núcleos. El ser humano ha contado sus historias desde que existe, no permitamos que s acaben. Es curioso, tanto los niños pequeños, como los adultos, y también los adolescentes, reaccionan positivamente cuando se les cuenta una historia, ¿por qué será? Para que la memoria de los cuentos no se extinga, hay que seguir contándolos. Siempre existirán oídos que se inclinen ante un buen cuento.