sábado, marzo 11, 2006

11 M - dos años



Es como quedarse en silencio, e intentar comprender la sin razón y la locura del fanatismo, de aquellos que no llegan a entender el sentido de la vida, de nuestra existencia, del respeto, la tolerancia y el amor.


Ese mismo silencio, que hace ya dos años, en la horrible mañana del 11 de Marzo del 2004, sacudió nuestras vidas, de una manera más o menos intensa, con el sobresalto y el estupor de algo que nadie podía imaginar.

Aquel día mientras me dirigía hacia el trabajo por la mañana, puse la radio del coche, y a los pocos minutos, empecé a sentir que algo gordo había sucedido por lo que se estaba hablando en las emisoras de radio.La primera reacción, fue de rabia, odio, indignación, impotencia y dolor, mucho dolor....

Por aquellos que ese día, como otros tantos, decidieron coger esos trenes, que en muchos casos, su última estación, su última parada, iba a ser muy distinta a la que estaban acostumbrados.

El horror, y el desconcierto recorrieron los corazones todas las personas, en España, Europa, y el mundo... Aquella mañana, fue muy triste para mi, y se me hizo muy difícil llevar en el trabajo, ante la duda además y preocupación de los amigos y familiares que podían haber tenido algún problema o algo peor.

Aproveché un hueco en el trabajo, para escribir mi reacción sobre lo sucedido, y cuando aún la mirada de todos incluso la mía apuntaba hacia Eta, días después todo dejó claro que los autores eran otros, pero igualmente terroristas fanáticos.

Las llamadas telefónicas fueron constantes, para asegurar o querer encontrar esa “buena noticia”.

El terrible drama de las llamadas sin respuesta me hacia sentir un escalofrío.


Aquella mañana, me sentí muy identificado, y dolido, entre otras cosas, porque yo solía coger ese mismo tren cada mañana para trabajar en Madrid, como todas esas personas.

A todas ellas, a las víctimas, los heridos que empiezan una nueva vida, y a todos las personas de seguridad, sanidad, bomberos, y aquellos anónimos que ayudaron e hicieron lo posible para poder ayudar, a todos ellos, mi más sincero abrazo, y homenaje.


Espero y deseo, que aquellos que se marcharon, encontraran la luz, y que aquellos que aún están con nosotros, lleguen de alguna manera a encontrar el camino que les guíe en su evolución interior, sin odio y sin rencor.

Como dejaron escrito en uno de los muchísimos carteles y notas aquellos días.....


“LA PAZ ES EL ARMA DE FUEGO DEL FUTURO”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Fue horrible aún se me saltan las lágrimas al leer tu escrito.

“LA PAZ ES EL ARMA DE FUEGO DEL FUTURO".

Paz para todos.

un saludo.

Anónimo dijo...

Recuerdo aquel día y los que se sucedieron como una pesadilla, el dolor se podía respirar y palpar en el ambiente a pesar de las distancias geográficas.
Dos años después todavía quedan muchas incógnitas que despejar y espero que se haga justicia, por todos los que quedaron el aquellos trenes, pro sus familias, por sus allegados y por que debe ganar LA PAZ.
Ojalá seamos capaces de conseguirlo.
Saludos