viernes, enero 27, 2006

sin palabras



hace ya años...viajaba en el METRO de Madrid, ya por la noche en solitario,

para más tarde coger el autobús que me dejaría en mi querida ciudad - Alcalá de Henares,

y mientras el trayecto del Metro seguía su curso...
en una de esas tantas paradas que ya casi ni cuentas porque deseas llegar al final,
sube una joven muchacha...


ella, muy sencilla, normal y con unos ojos maravillosos,
al principio la miro sutilmente, casi de reojo,


poco a poco comienzo a mirar más aquellos misteriosos ojos,

ella coge confianza y no evita mi mirada...


por instantes, todo pasa fugazmente tras las ventanas de aquel metro....

todo menos nuestras eternas y simples miradas...



el metro sigue su curso...las estaciones, y la mirada se convierte en una sonrisa...

en silencio...los dos de frente, y el vagón casi vacío...una parada,...

ella se levanta, se acerca a mi y me da un beso en la mejilla,


se marcha....



cierro los ojos, y sueño que ese momento se hace eterno....

para siempre, en mi recuerdo... sin palabras...


"gracias"

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hayyy....que bonita historia....tan simple, tan dulce, tan efimera, tan eterna....:) :)

Anónimo dijo...

Que bonito recuerdo, me alegro que lo compartas con nosotros....

Tanta complicidad y ni una sola palabra.

Delicioso momento.

Besos

lil dijo...

Precioso recuerdo que me ha hecho sonreir... Ya te contaré una historia del Metro que aquí no puedo. Tengo ganas de hablar por "la ventana" ;-)

Un abrazo

Unknown dijo...

Hay momentos mágicos en la vida, de los que no te olvidas nunca.
También recuerdo una vez en que una buena amiga me dio un beso por algo que le había contado. Fue más que un beso, fue un momento sagrado en el que una persona reconoce a otra. Es la magia de la vida entre las personas, su profundidad, su eternidad, momentos en los que todo pasa en una fracción de segundo.