La conciencia y la espiritualidad se dan la mano, a través de la paz interior. Luz en lo oscuro.
domingo, septiembre 18, 2005
aroma de Té
El té es como ese sagrado y mágico elixir de suaves y agradables sabores, aromas.
Tiene algo que hace que sea algo muy especial para mi, quizás porque en gran medida, tomar el té tiene el hecho de ser un momento de calma, de relajación, de saborear el sabor natural que le dan esas plantas.
Es todo un ritual, preparar las hiervas, calentar el agua, usar la tetera, dejar reposar, y tomar tranquilamente sentado, mientras se lee, o simplemente se desconecta, dejando la mente en blanco, o quizás también disfrutando de la compañía de un amigo.
A veces lo hago yo mismo, y otras prefiero salir a alguna teteria y disfrutar del ambiente, la música y todo lo que rodea a esta.
Una de las cosas buenas del té, es que viene bien en verano, tomándolo frío o en invierno, tomándolo caliente, en cualquier ocasión es agradable. Además cuando tomo el té no me gusta tener nada de incienso, porque en este caso, disfruto del aroma de este y no me gusta mezclaros con otros.
Me encanta la variedad de sabores, las mezclas que en algunos casos son todo un placer para el olfato y el paladar. Normalmente suelo disfrutarlo los fines de semana que tengo más tiempo, y lo preparo con tranquilidad, aunque alguna vez lo tomo entre semana.
Espero os interese la información siguiente:
La historia del Té:.
El consumo de Té se pierde en los anales de a historia. Cuenta la leyenda que en año 2737 a. C. el emperador chino Shen Nung estaba debajo de un árbol tomando una taza de agua hirviendo, siguiendo la ordenanza que dictaba hervir el agua antes de consumirla para evitar enfermedades, cuando se cayó una hoja del árbol en la taza. Al emperador le gustó mucho la infusión y la bebida se popularizó.
En el año 800 d. C. Lu Yu, educado por monjes buditas, escribió el primer compendio escrito del té: el Ch’a Ching, que describe las diferentes maneras de cultivarlo y prepararlo.
El té llegó a Japón en el siglo IX a través de los monjes budistas chinos que se asentaron allí, los japoneses posteriormente lo encumbraron a nivel de obra de arte dotándole de un ceremonial único, que requiere años de perfeccionamiento.
El Té llega a Europa en el siglo XVI primero a través de los portugueses, y posteriormente a través de los holandeses que en el siglo XVII extendieron su consumo a todas las clases sociales. Los holandeses llevaron el té a su colonia Nueva Ámsterdam en América, posteriormente rebautizada Nueva York por los Ingleses, quienes se asombraron de que la colonia consumía más té que toda Inglaterra junta. El dominio marítimo británico en el siglo XVIII hizo que el comercio internacional de té fuese monopolio británico y su consumo se extendiese por todas sus colonias al igual que su producción (en la India, Ceilán, África Oriental).
La revolución de independencia americana, comenzada por una subida de los impuestos del té hizo que se considerase el café como una bebida más patriótica. Sin embargo, el siglo XX trajo dos importantes innovaciones, ambas americanas: las bolsitas de té que permitían un consumo más cómodo y el té helado.
Preparación del Té:
Las principales recomendaciones son dos: no usar el microondas para calentar el agua (usar métodos más lentos que crean burbujas de vapor) y usar agua insípida (usar agua mineral si el agua de grifo está turbia o muy clorada).
No se recomienda el uso de bolsitas con el té, a pesar de su innegable comodidad, ya que las hojas del té dentro de ellas están machacadas y se corresponden con la calidad inferior de té. El té de mayor calidad se compone de brotes y hojas enteros que muchas veces vienen enrollados y es al hacer la infusión cuando las hojas se desenrollan. Esto sólo puede suceder si tienen espacio para ello, por eso, ni las bolsitas, ni los filtros pequeños, como las cucharitas-filtro o las bolitas-filtro, son recomendables.
Las hojas de té deben ponerse en la tetera que previamente se habrá calentado, basta con echar agua caliente del grifo y después volver a vaciar la tetera. El agua caliente (hirviendo en el caso del té negro, con menos temperatura en el caso del té verde) se echa encima de las hojas. Después del tiempo de infusión deseado se retiran las hojas con el filtro para que el té no se tome más.
Tipos de té:
Todo el té que consumimos proviene de una misma especie botánica, por lo que los tipos de té: té verde, té negro, té rojo y oolong están relacionadas con el proceso de obtención del té.
La variedad del té proviene de:
Té Negro: Es el té más consumido en los países occidentales, producido principalmente en la India, Sri Lanka (Ceilán) e Indonesia. Se caracteriza porque es un té que ha fermentado en contacto con el aire. Se consume diferentes tés según su origen, por ejemplo Darjeelin o Assam en la India, Dimbula o Uva en Ceilán, o mezclas (blends) de diferentes tés o de té con otras plantas o frutas: Earl Grey (aromatizado con bergamota), English Breakfast, Irish Breakfast
Té Verde: Es el té más consumido en los países orientales, producido principalmente en China, también en Taiwan y Japón. No está fermentado. El té consumido en el Magreb no es más que té verde con hierbabuena y azúcar. El té verde chino más conocido es el Gunpodwer.
Oolong: Estos tés se caracterizan por estar semifermentados. Se producen en China y Taiwan.
El té rojo: es un té especial que se cultiva en la región china de Pu Erh que sufre 2 procesos de fermentación diferentes, el segundo de ellos se consigue introduciendo una bacteria. Es un té que gana con la edad y está hecho con hojas de té grandes y bien desarrolladas.
Según su presentación el té se clasifica en té suelto, té en bolsitas o té compacto, este último siendo raro verlo en España. Ciertos tés tradicionalmente se presentan en China comprimiendo las hojas de té y compactándolas en un bloque.
Té y salud:
El Té es una bebida muy saludable que tiene los siguientes efectos beneficiosos para la salud:
Tiene un alto contenido de sustancias antioxidantes que eliminan los radicales libres.
Inhibe el crecimiento tumoral por sus catequinas, disminuyendo el riesgo de muchos tipos de cáncer. Inhibe los efectos de diversas bacterias como la salmonela.
Reduce la expansión de la caries previniendo la adherencia de la bacteria a los dientes.
El té rojo reduce el nivel de colesterol y de triglicéridos y es un complemento ideal en una dieta de adelgazamiento.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Muy interesante tu artículo sobre el té, Oscar; he descubierto propiedades que desconocía.
A mí me gustan casi todos, aunque por ejemplo, el té rojo me parece áspero. Mi preferido es el Earl Grey por su sabor a limón, me encanta también el té negro con hierbabuena y su azuquitar morena, que es superdigestivo (te moruno).
La foto es muy bonita, (me suena...;)) No es sólo la foto de una tetera, refleja algo más como todas las tuyas.
Muchos besitos
Sí, el té comprende todo un ritual. Mientras lo preparas ya estás entrando en un estado especial de relajación. Todos los sonidos que intevienen en el proceso te van metiendo en ese estado especial.
Yo antes tomaba mucho. Ahora no tengo tanto tiempo para ello, aunque en el pueblo, con esa tranquilidad, tomar un te es un placer enorme.
Trataré de tener tiempo (la ilusión del espacio-tiempo, pero es así en esta 3D) para que nos veamos en Alicante, para el 19 de Noviembre.
Un saludo!
para otra historia es la ceremonio del té japonesa :-)
el mío es el moruno
Publicar un comentario