el ruido del dolor

A veces, creo escuchar un ruido sordo, turbador, molesto, el cual llega a mi interior como si un zumbido se tratase.... ruido silencioso pero inquietante....

Ese ruido del dolor que no se oye pero se percibe, en la mirada, en los gestos, en las sensaciones.....


Ese ruido que a veces desconcierta ante la crueldad de la vida que parece que nos anteponemos sin querer ver más allá de su significado, el dolor que a pesar de ayudarnos a comprender y aprender, es asfixiante, pesado y a veces corrosivo.

Ese mismo sentimiento de no poder salir de una jaula hecha para sufrir pero que en realidad no está ahí, porque en realidad es una creación, una proyección mental nuestra, para nuestra propia y limitada comprensión de la vida material y física.


Aventurar y mirar más allá del límite de esa campana de cristal, es difícil y a veces pesado, pero es necesario para mantenerse a pesar de todo, lleno de luz frente a la sombra y la oscuridad.

Que difícil son a veces las pruebas del Universo, a veces quizás demasiado crueles, pero nuestra perspectiva de la vida es muy distinta y confusa desde nuestro propio yo.

Ese ruido a veces, es difícil de dejar....

Todo tiene un sentido y una razón. Desconectar...


No veamos el dolor y el sufrimiento como un castigo, sino como una prueba más, donde aprender algo que desconocemos.


Aprender de lo bueno y lo malo, para entender la razón de esta existencia.



“Noche de Sol, Luz en lo Oscuro”.

"Solo cuando al túnel está en la más absoluta oscuridad es cuando puede volver la luz ".


Con cariño, para Marisol Olba, y Miguel A. Blanco.