Llega el momento esperado,
tras el cálido y maravilloso atardecer,
las montañas se esconden casi en la oscuridad,
El firmamento se alza para enseñar sus preciados tesoros,
allí, arriba, como diamantes, como sutiles perlas,
un camino de polvo plateado recorre el firmamento,
como dando la pista del lugar donde las estrellas parecen nacer.
Las estrellas siguen su danza, su paseo cósmico,
dando forma al firmamento, con sus trazos de color,
juntas formando su camino.
Allí en silencio, con la armonía del Cosmos,
todas nuestras iras, esperanzas, ideales, sueños,
parecen sin sentido.
Tumbado en el suelo,
me acomodo,
para dejar que ese Universo forme parte de mi.
Pasan los minutos,
y todo parece normal, nada extraño....
Llega el momento, y sin pensarlo ni buscarlo....
dejo de ser yo, para ser energía.
Energía cósmica que mantiene su conciencia individual,
pero a su vez forma parte de algo más.
Todo es paz, calma, silencio,
y entonces, solo entonces,
puedo dialogar con el Universo.
7 comentarios:
Esto es precioso... Lo tuyo es arte por todos los lados. ^_^
Besotesssssssss
Precioso relato de un hermoso momento.
Besosss
Un diálogo perfecto en su armonía.
Besitos.
me encanta cuando el universo te contesta...
saluditos!
Me gustó tu diálogo con el Universo. Un abrazo, artista. ;)
Qué bonito, he llegado a este blog de casualidad y me han encantado tus poemas.
Un besito.Mar
Hermosa forma de relatar esos momentos, que son instantes, que son eternos, a mi también me pasa, es cuando me quedo dialogando en los bancos del firmamento..
Saludos estelares!
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