lunes, julio 17, 2006

Sincronizidad - sannyasin



A veces, en contadas ocasiones, sucede que por alguna razón, sientes formar parte de un todo, de una energía vital que alimenta y sustenta la base de la existencia de todo lo que conocemos, lo que vemos, y lo que no.

El Universo o el Cosmos, se intuye como una estructura de energía que en su esencia, tiene la misión de crear elementos físicos que sean capaces de originar la vida, vida que a su vez, es sustentada por la energía espiritual.

Y en ese estado de conexión, en el que uno parece sentir o comprender el sentido del todo, de su funcionamiento, de la compleja e infinita lógica del Universo, se encuentra ese estado que en ocasiones uno pude llegar a percibir, de manera muy casual, pero que a pesar de lo breve y fugaz de la sensación, es algo maravilloso.


Sincronizidad energética, quise llamarlo, aunque alguna vez me hablaron de El sannyasin.



Y en ese increíble estado de calma espiritual, de luz y de amor, llegas incluso a amar a aquellos que te odian o que te hacen daño.

Es tan extraño como hermoso, la cantidad de amor que puede salir de un ser, cuando llegando un momento, te sientes en armonía con el Universo.

Es cuando te das cuenta de alguna manera, que no existen palabras para poder explicar o definir exactamente lo que te ocurre, lo que sientes, o lo que has percibido.

Te das cuenta de nuestro aprendizaje como especie, los seres humanos, y como seres espirituales, encarnados en nuestros cuerpos, aún está muy lejos de lo deseable, para encontrar un equilibrio de paz y amor entre todos los seres del planeta.

Te das cuenta que en la gran mayoría, por no decir todas, las religiones en si mismas, nada tienen que ver con lo que es en realidad la esencia de la energía individual con conciencia.


Cada individuo, cada ser en si mismo, es una estrella de luz, que se desarrolla y proyecta hacia los demás la energía que ha ido construyendo en su desarrollo.


Al final, y tras un rato de aturdimiento y de reflexión – comprensión, todas las ideas se serenan, y la vibración de energía de mi ser llega a un equilibrio, pero a su vez, desconectando paulatinamente de una fuente de luz que por instantes me ha dado mucho más de lo que imaginaba.

En esos instantes, escucho el silencio, como mientras observo el techo de la habitación, y mi mente, mi corazón, mi ser, desea PAZ y AMOR para todos los seres del planeta, busco la emoción de querer que exista un equilibrio entre todos los que formamos este mundo, y pido ayuda a los guías de luz.


Todo tiene su tiempo, todo transcurre despacio, entre momentos iluminados y momentos de sombra.


Todo tiene una razón, un porqué, un sentido, lo bueno, lo malo.


Al final y como un soplo al oído.. me llega un “mensaje” ya conocido...

Desnudar vuestro Ser,

igual que desnudáis vuestro cuerpo.

Liberarlo, irradiar Luz y Amor,
hacia los que están a vuestro lado,

al planeta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Durante un tiempo me encontré a mi misma. Disfrutaba de mi calma interna que irradiaba a las afueras. Me sentí feliz conmigo...
Ahora he perdido esa paz que tantos años me costó encontrar. Espero que la vuelva a hallar uno de estos días, si me dejan, si me dejan...

Un abrazo

Anónimo dijo...

De un tiempo a esta parte, me suceden "curiosidades", que me ha hecho leer sobre la teoría de la sincronicidad, y te sientes en cierto modo "satisfecho", cuando piensas que todo en el universo tiene un porqué, y que no hay casualidades, sino que todo es causa, es por algo, y que todo, nos lleva hacia el conocimiento de nosotros mismos, y encontrar nuestras "luz".

Me ha encantado la lectura de este post. PAZ Y AMOR, no dejemos de pensarlas, y de creer que podemos cambiar lo que nos rodea.

un saludo.