jueves, marzo 31, 2005

Vida después de la muerte



La sociedad, la cultura occidental en algunos aspectos, está muy avanzada con respeto otras culturas, pero no en todo.

A nivel espiritual, se podría decir que seguimos anclados en el no retorno del sometimiento de la religión, que por lo general suele ser mayoritariamente católica.

Y con todo lo que conlleva, a nivel social, cultural, costumbres, etc, seguimos aún muy anclados en la imagen tétrica, tenebrosa y oscura del paso natural de la vida de un ser vivo, lo que mal llamamos, la muerte.

Me vienen ahora esas imágenes horribles que se han creado sobre esta, para transmitir ese miedo y pudor a la hora de enfrentarnos a esta, a la hora de entender lo que sucede y el porqué.

Me doy cuenta que en general, nuestra sociedad, no habla de este tema con naturalidad, no se habla de ello a los niños, salvo algunos casos, y por supuesto, no se hace ver o no se entiende la importancia de este hecho en nuestra evolución, en nuestro aprendizaje.

Por no hablar del ya tétrico y fúnebre ritual a los que estamos generalmente acostumbrados, entierros, donde el llanto, el dolor profundo, el luto, etc actos que entre todos, hacen de ese momento quizás aún más doloroso y difícil de llevar.


Algunas personas, pensamos que la muerte de un ser querido, no tiene porqué ser tan doloroso y cruel. Es cierto que es triste, que un ser querido te deje, “se marche” pero eso no quiere decir que tengas que amargarte la vida, ni tener que aparentar por lo que puedan decir... y por supuesto, el acto de despedida puede ser mucho más sincero de corazón, abierto y hasta cierto punto....feliz.


La vida no se acaba con la muerte, hasta el punto que la vida sigue después de la vida.

Este hecho es algo que no muchos entienden o comprenden e incluso la religión católica en algunos conceptos y formas, temas, etc rechaza.


La muerte como tal no existe, quizás podríamos comprender este paso como un cambio de estado, de dimensión de la conciencia, la energía, el espíritu, el alma o como queramos llamarlo.

Igual que el gusano de seda, cambia y se transforma en mariposa, así el hombre, el espíritu concretamente, al morir su cuerpo físico, su envoltorio, su traje, abandona este para volver a su estado natural, porque aunque muchos les cueste entender, este mundo físico en donde todo se puede tocar, oler, etc no es el mundo real.

El mundo físico es un lugar de paso, donde aprender, para poder evolucionar nuestro ser, nuestro espíritu, nuestra luz interior.


Pero este tema nos llevaría y nos puede llevar a otros que quizás prefiera tocar en otra ocasión.



Volviendo al tema inicial, personalmente, no me gustan nada por lo general, los cementerios, porque mucha gente va allí a llorar, para hablar con sus seres queridos, a buscarlos, y francamente, buscar o querer hablar con un ser querido que se marchó, se puede hacer en cualquier lugar, incluso en casa.

Tampoco me gusta (aunque esto es algo que lógicamente es personal de cada persona) tener que pagar un lugar para que tengan mi cuerpo metido en una caja por un tiempo sin ninguna lógica. Mi opción personal es la incineración, de manera que al final, todo vuelve a la naturaleza, al todo y todo se renueva y se transforma.

Ya pagamos bastante en la vida en hipotecas y alquileres como para tener que pagar para cuando esté uno muerto, como dirían unos amigos.

Por lo general, los espíritus no suelen visitar esos sitios, no les gusta, ya que les recuerda y les atrae al mundo material y físico que dejaron, salvo aquellos que aún no han sabido abandonar su apego a lo físico, que en ese caso suelen ser seres perdidos, confundidos, etc.

Si es cierto que hay algunos cementerios que tienen cierto encanto, al no ser tan tétricos, y ser más agradables a la vista.

En cualquier caso, es importante tener a esa persona en el recuerdo en el corazón, pero sin aferrarse a este, recordar a la persona que se marchó con amor y con gratitud.



Más adelante quizás hable de las experiencias de muerte y que posteriormente tras un pequeño tiempo han regresado a la vida.

Los viajes astrales, son otra forma de ver y comprender el hecho de que se puede salir del cuerpo físico.


Recordad, la energía no se destruye, se transforma.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Es cierto, Oscar: este es uno de los aspectos de la vida en los que el ser humano se empeña en aferrarse a lo que se va, por no comprender la esencia de su propia existencia. La iglesia católica no ha ayudado a comprender la verdad, sino a aumentar la separación entre los dos lados de la moneda. Siempre pareciera que el dolor y la enfermedad son propios de este lado (el asunto del pecado), y aún todavía pudieran serlo del otro (miedo al infierno).

Tenemos muchos siglos de deformaciones mentales sobre nuestras espaldas. Pero podemos, voluntariamente, salir de este estado de caos.

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Pues sí, Oscar. El temor a la muerte es una cuestión educacional; en oriente se trata de otra manera, pero en occidente, con esa mayoría católica, ese paso al otro lado, supone el terminar en el cielo o en el infierno, sin más... Con lo cual, esa idea del no retorno, de término, es lo que asusta a la gente...
En cuanto a toda la parafernalia social que rodea a este último momento, me hace recordar la muerte de mi padre. Por voluntad propia se le icineró y sólo estuvimos en el entierro de esas cenizas su mujer y sus hijos. Nadie más: fué un acto íntimo de despedida... Yo no he vuelto nunca al cementerio porque mi padre no está allí sino en mi corazón. Siento que su energía me acompaña.

Un abrazo

senda de luz dijo...

Ciertamente Julio y Nadita, así es, ojalá este mundo, vaya poco a poco comprendiendo lo que está ahi pero que pueden ver.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Wow! Que buen post. Me encanta este blog porque siempre postean cosas que me dejan pensando, me inspiran. Y este es otro tema que me inspiró, porque es algo que siempre surge en mí y que me es difícil de comentar con otra gente ya que es un tema tabú para muchos, por eso aprecio mucho la posibilidad de entrar y leer acá tu comentario.
Intentaré ser breve. Yo creo que alrededor de la palabra "muerte" surge la palabra "miedo". Es por eso que cada vez que alguien lo menciona surge un serio debate de lo que es correcto y de lo que no lo es. La gente no aprendió a aceptar la muerte, porque por más fuertes que seamos todos tenemos una especie de temor al mencionarlo. No porque sea algo terrible, sino porque la sociedad lo plantea así. Pero son ellos mismos quienes crean toda esta morbosidad porque la muerte es parte de la vida, no es algo ajeno. Es nuestro ciclo: nacer, crecer, reproducirnos y morir. Pero el temor está en no saber como es morir, en la pregunta de "qué se siente". No tenemos a nadie que se nos siente a nuestro lado y nos cuente como fue esa sensación, porque es algo que vamos a experimentar una sola vez en la vida y no vamos a volver para contarlo. Porque la persona que "murió" y después volvió a la vida, no llegó a dar ese paso que dan todos aquellos que no vuelven. También es por eso que siguen siendo tan misteriosos todos los contactos paranormales. Muchos creen y otros no, otros solo van a creerlo cuando les toque.
Yo coincido en que prefiero ser cremada, no quiero que me entierren, porque como vos dijiste, todo vuelve a la naturaleza, se renueva y se transforma.
Pero todavía es difícil de entender, porque cuando alguien se va nos parece imposible y ridícula la idea de vivir sin esa persona, de tener que seguir sin alguien a nuestro lado. Es por eso que mucha gente se siente en contacto con ellos en los cementerios. Pero para mi cuando muere alguien la persona se va, corta ese lazo y el espíritu va a donde pertenece. Lo que queda es solo un cuerpo inerte, pero no la persona. La persona ya se fue, y lo único que queda de ella es el recuerdo.
Suena difícil de creer, y no lo vemos como algo natural porque nos inculcaron otra idea desde chiquitos, pero cuando crecemos nos damos cuenta de que no todo es lo que parecía ser, no?
En fin, perdón, fue bastante extenso. Espero no molestar a nadie con mi comentario.

senda de luz dijo...

Me alegra que te gustara Genny, como tu bien dices, no es un tema que la gente suela hablar.

Tienes razón en lo que comentas, aunque el hecho de que una persona se "marche" y su espiritu vaya hacia algún lugar que desconocemos, no quiere decir eso, que no pueda sentir nuestros pensamientos.....

De hecho cada vez que pensamos en esa persona que se marchó, ese ser, lo sabe, lo siente.

Por eso, no hace falta llevar una ropa especial que indique nuestro sentimiento, o recuerdo....

al menos así lo veo yo.

Un saludo y gracias por la visita.

Roberto Iza Valdés dijo...
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Anónimo dijo...

Yo solo quiero preguntarte,Después de que un ser ha fallecido, de alguna forma ese ser, se despide de ti, por medio de alguna manifestación? (energía que te recorre por todo el cuerpo, pero no es miedo, es una sensación de paz, calma). En lo personal lo he sentido en dos ocasiones con personas diferentes.